Pese a la suba de la tasa de interés del plazo fijo al 118% nominal anual, el rendimiento de este depósito sigue estando por debajo de la inflación esperada para los próximos meses meses.
Por esa razón y porque no cubre contra una devaluación del tipo de cambio como la que hubo después de las PASO, este instrumento no sirve como inversión de largo plazo.
Sin embargo, el plazo fijo sí tiene una utilidad en diversas situaciones que requieren un pago en pesos en el futuro.
En esta nota te damos 4 ejemplos que podés aplicar a situaciones de tu vida cotidiana.
Con la última suba (del 14 de agosto de 2023), la tasa de interés del plazo fijo se ubica en el 118% nominal anual.
Esto quiere decir que, para colocaciones a 30 días, el rendimiento es del 9,7%, equivalente a un 208,4% efectivo anual.
La tasa efectiva anual del 208,4% es superior a la inflación prevista para los próximos 12 meses. Pero, si se lo considera en un plazo más corto de 30 días, el rendimiento del plazo fijo queda por debajo de la evolución esperada de los precios.
Según la proyección de los economistas, en agosto la inflación será de 2 dígitos (al menos, un 10%) y en septiembre será aún mayor. Habrá que ver más adelante cómo se mueven los precios y si hay otro salto del dólar.
Con la devaluación posterior a las PASO, también quedó claro que el plazo fijo quedó por atrás.
Eso no quiere decir que no puedas usar este instrumento. Te cuento a continuación 4 situaciones.
Si tenés el dinero para pagar algo que vence a más de 30 días, en lugar de cancelarlo ya, lo podés poner a plazo fijo y lo abonás recién al vencimiento cuando te acrediten el capital más los intereses (de un 9,7%, por 30 días, o más si va a mayor plazo).
Esto también te sirve si tenés que elegir entre pagar una compra de contado o hacerlo con tarjeta de crédito al mismo precio. En este caso, si comprás a los pocos días después que cerró la tarjeta podés “patear” el vencimiento para el otro mes y ganar más de 30 días de rendimiento con un plazo fijo, como te cuento en esta nota.
Esta situación es similar a la primera pero, en lugar de un solo vencimiento, tenés que pagar varias cuotas mensuales.
En este caso, si tenés el dinero, en lugar de abonar de contado (o adelantar cuotas) podés poner el dinero en plazo fijo a 30 días; cuando vence, pagas la cuota y lo que te sobra lo volvés a poner en plazo fijo para el mes siguiente y así sucesivamente.
Si tenés cuotas sin interés, mientras más plazo tengas, mejor.
Si las cuotas son con interés, esto te conviene cuando el interés es menor al rendimiento del plazo fijo. Esto sucede en la actualidad con el plan Ahora 12.
Este ejemplo es una variante del segundo caso.
Si estás pagando un préstamo o un plan de ahorro y te encontrás con un dinero que te permitiría adelantar o cancelar cuotas. En este caso, si el interés del préstamo es bajo, podría convenirte poner esa plata en plazo fijo y sacar de ahí para pagar las cuotas mes a mes.
Este caso hay que analizarlo un poco más. Lo mejor es ver cuántas cuotas te permitiría pagar si ponés el dinero en plazo fijo y lo vas renovando después de abonar las cuotas. Y esa cantidad compararla con las que podrías adelantar en el banco.
Tené en cuenta que al adelantar cuotas de un crédito te toman las del final. En cambio la opción del plazo fijo te permitirá abonar las cuotas de los próximos meses y el préstamo terminará después.
El cuarto ejemplo que vamos a comentar es cuando tenés que hacer un pago en pesos dentro de varios meses y no tenés el dinero ahora pero lo podés ir juntando.
Acá lo que podés hacer es ir renovando un plazo fijo cada 30 días, sumando la plata que vas a ir ahorrando cada mes y seguir así hasta que tengas que pagar.
Te cuento que estoy haciendo esto para pagar el viaje de estudios de mi hija. Es un plan de 16 cuotas en el que vamos abonando el 70% en 15 meses y al 16° mes se paga el 30%. Elegí esa opción en lugar de pagar el 100% en 16 cuotas iguales.
Para evitar que en la cuota 16 no tuviera dinero, la diferencia de las cuotas con ambos planes la estoy poniendo todos los meses en el mismo plazo fijo. Voy por la cuota 10 y ya tengo todo el dinero para abonar el 30% y lo que quede se lo daré a mi hija para el viaje.
Para resumir, el plazo fijo te sirve cuando tenés algo que pagar a más de 30 días.
En este caso guardar dólares no te sirve porque no sabés a cuánto va a estar el tipo de cambio en ese momento (podés ganar o perder, pero no deja de ser una apuesta porque no podemos saberlo).
En cambio, en un plazo fijo sí sabemos cuánta plata vamos a tener porque es en pesos y al rendimiento lo conocemos de antemano (lo calculamos con la tasa de interés actual, pero, si sube la inflación también subirá la tasa).
Por: Paula Martinez
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