Estimar tus ingresos y gastos anuales, plantearte metas y revisar tus deudas y tus inversiones son tareas ideales para hacer en el inicio del año. Pero en una economía inflacionaria, hay algunas cuestiones para tener en cuenta.
No podemos saber de antemano qué va a pasar con la economía en los próximos meses, así que te puede parecer difícil armar un plan anual, como un presupuesto. Pero, no. La clave es plantear algunos supuestos, lo más realistas posible, y dar alguna flexibilidad para ajustar si el rumbo va cambiando.
Aquí algunos supuestos que podés tomar como base antes de hacer tu presupuesto 2015.
Los precios suben más rápido que los ingresos. Esta es una tendencia que se vio claramente en 2014 y seguirá este año. Con una inflación tan alta, es difícil que tu sueldo, tus honorarios o lo que cobrás por alquileres o por tus servicios suban al mismo ritmo. Quiere decir que, lo más probable es que a fin de año tu poder de compra sea menor que al principio.
No todo sube al mismo tiempo. Si bien sabemos que la inflación es alta, tenemos que considerar que hay precios que aumentan una sola (o dos veces) al año y otros que lo hacen todos los meses. Desde el lado de los ingresos, el incremento no es constante sino escalonado.
La plata en efectivo va perdiendo valor. Esto es bastante obvio, pero vale la pena recordarlo: cuanta más alta sea la inflación más rápido será este proceso.
A la hora de armar tu presupuesto de 2015 tené muy presente los supuestos anteriores.
1-Ingresos. Con la inflación lo más probable es que tus ingresos varíen a lo largo del año. Estima lo que pensás cobrar mes a mes y planteá un par de aumentos en el año. Para ello, tené en cuenta la experiencia de 2014, ¿cuándo te aumentaron el sueldo o recompusieron tus honorarios? ¿Cuánto fue el monto? ¿Se acercó a la inflación o no?
Un porcentaje anual razonable se situaría cerca del 30%, pero tené presente que no todos pueden tener esta suma, algunos tendrán más y otros, menos. Tratá de ser realista.
2-Gastos mensuales. Volvé a plantearlos de cero: separá los gastos en necesarios de los superfluos, los fijos de los variables (podés ayudarte con estas claves para un presupuesto familiar realista).
Reevaluá si tus números del año pasado se pueden mejorar y agregá los que sean necesarios: si los chicos seguirán en el mismo colegio, o usando el transporte, si vas a seguir yendo al gimnasio, si tenés que pagar otro alquiler porque te cambiaste de casa o abonar una cuota de un crédito que sacaste, etcétera.
Tené en cuenta la suba de precios. En rubros como, por ejemplo, los alimentos aplicá un incremento todos los meses.
No te olvides apartar un dinero mensual para un fondo de reserva para imprevistos (arreglo del auto, de un electrodoméstico, una enfermedad, una reducción de sueldo o, peor aún, un despido o una baja de actividad, si sos independiente).
3-Gastos de una sola vez. Si tenés pensado cambiar el auto, hacer arreglos en tu casa, salir de vacaciones, comprar una tele, una compu o un nuevo celular, lo mejor es hacerlo apenas tengas los recursos necesarios (recordá que el dinero se desvaloriza por la inflación).
Si podés sacar un crédito a tasa razonable (leé “Cuotas: un plazo para cada necesidad”), aprovechalo lo antes posible para que no te suban los precios.
4-Impuestos. Tené en cuenta cuándo y cómo tenés que pagar tus obligaciones tributarias. Impuestos como el Inmobiliario o el Automotor (provincial o municipal) dan opciones de pago único o en cuotas, con distintos descuentos.
Si tributás Ganancias o Bienes Personales, también podés optar por abonarlos en cuotas.
Primero que nada, averiguá cuándo son los vencimientos y luego elegí la opción de pago que más te conviene para incorporarlo a tu presupuesto anual.
5-Deudas. Sacar un nuevo préstamo o comprar en cuotas con la tarjeta puede ser muy tentador pero también lleva un riesgo. En 2015, en particular, tené en cuenta que la pérdida de poder adquisitivo que comentamos al principio puede hacer que a fin de año tus ingresos no te alcancen para pagar todo.
¡No te sobreendeudes! (recordá estas razones para mantener tus deudas bajo control y, si fuera necesario, fijate qué gastos podés recortar).
6-Ahorros e inversiones. Si ya tenés dinero colocado en inversiones, el principio del año es un buen momento para revisar dónde están, si los instrumentos son los adecuados, si están rindiendo lo esperado, y mejorar tu cartera.
Si tenés ahorros, recordá que el dinero en pesos, si no está colocado en ningún lado con un interés, pierde valor rápidamente. Analizá la compra de dólares para ahorro que permite la AFIP, las opciones de inversión que siguen al dólar, colocá el dinero en plazo fijo, o da los primeros pasos para transformarte en un inversor.
Si todavía no empezaste a ahorrar, hacelo. Siempre es un buen momento (incluso si el dinero no te alcanza).
7- Equilibrio. Una vez que armes tu presupuesto mensual, tratá de que de un resultado positivo todos los meses. Si en alguno tenés un “rojo”, sólo debería ser transitorio y corregirse al mes siguiente o al próximo. Endeudarte para cubrir estos baches no es nada recomendable.
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– Descargá la herramienta “Cálculo de Presupuesto en Excel”.
– 5 pasos para llegar a fin de mes.
– 10 consejos para manejar tu dinero con inflación.
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Por: comunidadpresupu-admin
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