Emprendedores

Emprendedores: 5 claves para separar las cuentas personales de las del negocio

26/09/2022

Cuando se empieza a emprender es normal mezclar el dinero familiar con el de la actividad emprendedora. Pero esto no nos permite sabe si estamos ganando o perdiendo, ni tampoco planificar. En esta nota te damos recomendaciones básicas para empezar.

Es lo más habitual que quien empieza un nuevo negocio ponga mucho foco en las tareas productivas y comerciales y deje para otro momento los temas financieros. Pero tener los números en orden es una práctica que es mejor empezar cuanto antes para poder planificar y crecer.

Ya sea en una familia o en un emprendimiento, los números son un reflejo de distintos aspectos de la actividad.  Muestran cómo está funcionando hoy, qué podría ajustar y permiten planificar y proyectar para el futuro.  

La clave es que permitan analizar y tomar decisiones sobre bases ciertas y no sobre meras especulaciones.

Pero para poder tener elementos que ayuden a decidir mejor, primero hay que conocer los números. Y un paso clave es llevar cuentas del negocio en forma individual, separadas de las cuentas personales o familiares.

Es muy común que en un principio, quien emprende ponga dinero de su bolsillo en el negocio para comprar mercadería o insumos, que luego, cuando cobra un trabajo, use ese dinero para pagar la boleta de la luz de su casa, ir al supermercado o abonar la cuota de los hijos.

Estas situaciones y otras similares se ven, incluso, en empresas que tienen varios años. En no pocas Pymes, el dueño o los hijos pasan por la empresa, sacan dinero de la caja porque necesitaba para sus gastos y no lo registran.

Con estas prácticas es muy difícil sabe si el negocio está ganando dinero o no; qué dimensión tiene esa pérdida o ganancia; y tampoco permite planificar hacia adelante. 

A continuación les dejo 5 claves para poder dividir las aguas y separar las actividades.

#1-Tener cuentas bancarias separadas

El primer paso para separar las contabilidades es tener cuentas bancarias diferentes: un banco para el sueldo propio (u otros ingresos) y los gastos familiares; otro banco, para los ingresos por ventas y los pagos para comprar mercadería, insumos, salarios, alquileres y otros gastos del negocio.

Es posible que tenga un costo algo mayor, ya que cada banco cobrará el mantenimiento de su cuenta y sus tarjetas, pero hoy existen bancos digitales o billeteras virtuales sin ningún gasto de mantenimiento.

En cualquier caso, será un gasto menor pero que traerá grandes beneficios para ordenar las cuentas.

#2-Definir y asignar un sueldo emprendedor.

Un punto clave para ordenar las cuentas de un negocio es definir un sueldo emprendedor.

Esto es, cuánto que va a cobrar cada mes el emprendedor por trabajar en el emprendimiento.

Y es importante señalar que no se trata de la ganancia por tener un negocio,  sino de la remuneración del trabajo personal.

Al principio, los emprendedores hacen todo en su nuevo negocio (probablemente sean la única persona que trabaja por que no le pueden pagar a nadie más). Ni siquiera se asignan un sueldo, van sacando dinero a medida que lo necesitan para sus gastos familiares, no importa si es mucho o poco.

Y no lo tienen en cuenta de ninguna manera en la contabilidad del negocio. No lo cuentan como un costo cuando deberían hacerlo.

Es importante:

-Definir una remuneración por el trabajo personal (aunque en un principio no recibamos nada porque el emprendimiento no genera ingresos, deberíamos saber cuánto es).

-Computar ese sueldo emprendedor como un ingreso en las cuentas personales y un egreso en las cuentas del emprendimiento.

-El sueldo emprendedor forma parte del costo de la actividad. Hay que computarlo al momento de definir los precios de los productos o servicios que se venden.

-La remuneración propia debería ser un valor razonable en base a: lo que se paga en el mercado, el sueldo promedio de la actividad que se realiza, lo que deberíamos pagar a otra persona que reemplace al emprendedor, lo que el emprendedor podría ganar en una actividad similar.

#3-Definir el costo del uso de bienes propios (locales, automóviles).

Al igual que el sueldo del emprendedor se computa como ingreso en las cuentas personales y como egreso en las cuentas del negocio, el uso de otros bienes propios se debe tomar de la misma manera.

Se trata, por ejemplo, de un emprendedor que usa un local propio o el garaje de su casa para poner un negocio, o que usa su auto para repartir los productos que vende.

En estos casos, el alquiler que se debería abonar por usar un local similar debería ser un ingreso para su familia y un egreso (costo) para el negocio. Lo mismo si necesitamos un espacio grande para producir.

Para el uso de vehículos propios, también sería conveniente asignar un porcentaje de amortización o de alquiler.

En ambas situaciones estamos hablando de un uso significativo. Es decir, cuando necesitamos tener un local o un espacio grande de producción que, si no tuviéramos uno propio deberíamos alquilar. Lo mismo en el caso del vehículo.

#4- Asignar un porcentaje de uso de servicios compartidos

Este caso es similar al local o vehículo propio, pero no se trata de bienes que se podrían alquilar, sino de servicios que se consumen.

Es por ejemplo, el caso del gas natural, la electricidad, el agua, la telefonía celular o Internet.

En estas situaciones, es importante ver el porcentaje de utilización para el emprendimiento. Como dijimos antes, tiene que ser un uso relevante: una actividad que requiera de hornos con mucho consumo de gas o máquinas con mucho consumo eléctrico.

En el caso de las telecomunicaciones, se debería asignar una parte al negocio si hay que pagar un abono o un consumo mucho más alto que el que tenía la familia. Cada caso se debe ver por separado.

#5-Llevar registros de gastos e ingresos por separado.

El segundo punto, que puede parecer obvio pero que no siempre se respeta, es llevar dos registros separados de gastos, ingresos, deudas y acreencias de la familia y del negocio.

En la cuenta bancaria personal, cobramos el sueldo y pagamos los gastos de la casa. En la cuenta bancaria del negocio, recibimos el dinero de las ventas de los clientes y abonamos servicios, mercadería e insumos a los proveedores.

Si tenemos que endeudarnos para la familia, usamos la tarjeta de crédito personal; si necesitamos hacerlo para el negocio, utilizamos el plástico del emprendimiento.

De esta manera, iremos ordenando las operaciones que realizamos y asignándolas en forma correcta.  Esto nos obliga, también, a pensar si un determinado gasto o ingreso lo ponemos en nuestro negocio o nuestra actividad personal.

Parece sencillo, en general, pero muchas veces los emprendedores no lo tienen tan claro, como lo vimos en el caso del sueldo emprendedor y alquiler de un local propio. 

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Por: Paula Martinez

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