Ponerle precio a nuestro trabajo no suele ser una tarea fácil si no estamos acostumbrados a hacerlo.
Ya sea que se trate de una prestación puntual, de un nuevo puesto para el que nos estamos ofreciendo o un servicio que nos piden que presupuestemos, hay pautas que podemos seguir.
Aquí van algunas consideraciones para tener en cuenta a la hora de valuar nuestros servicios.
Testear el mercado. En la medida que sea posible, hay que averiguar cuánto cobran otros por prestaciones similares. Sin embargo, es probable que no encontremos otras personas conocidas que realicen exactamente el mismo trabajo que estamos analizando.
Por otra parte, si se trata de servicios que requieren alguna calificación no siempre tiene el mismo valor si lo presta una persona u otra. Si tenemos más experiencia que quien tomemos como referencia, podremos cobrar más. Si nuestros conocimientos son menores, tendremos que cobrar menos.
En el caso de profesiones que requieren matriculación, muchos Colegios o Consejos Profesionales tienen honorarios indicativos mínimos.
Calcular el tiempo. Aunque lo mejor es cobrar por trabajo realizado, no por hora, para nosotros tenemos que hacer una estimación de cuánto tiempo nos va a llevar el trabajo y transformarlo en horas trabajadas para que nos sirva como guía.
Si se trata de algo permanente, contar las horas por semana que tendremos que dedicarle. Si es una prestación puntual, calcular cuántas horas en total nos llevará realizarla.
Además del tiempo que empleemos en el trabajo en sí, tenemos que sumar el «tiempo muerto» como, por ejemplo, el que necesitamos para movilizarnos y para realizar la gestión de cobranza.
Valorar nuestro trabajo actual. Si hoy estamos trabajando, nos será útil calcular cuánto nos pagan por el trabajo que hacemos. Si es un puesto asalariado, no hay que olvidar sumar al sueldo “de bolsillo” los aportes jubilatorios, la obra social, el aguinaldo y los beneficios extraordinarios que tengamos. Con esto, calculamos cuánto nos pagan por una hora de nuestro trabajo hoy para tenerla de referencia.
Valuar nuestra hora independiente. Las horas de empleo asalariado no pueden valer lo mismo que las que empleamos de manera independiente. Ya sea que tengamos que optar entre uno y otro trabajo o que podamos encarar ambos, hay distintas situaciones que ponderar:
Fijar el monto global. Aunque partamos de la suma del valor de todas las horas trabajadas, el monto que vamos a pedir por el trabajo puede estar un poco más arriba, o más abajo, teniendo en consideración las variables que señalamos más arriba y otras que puedan surgir en cada caso puntual.
Valorar el plus y diferenciar. Si nuestro servicio tiene un valor agregado para el cliente que nos contrata, si se diferencia de lo que presta el resto del mercado, podremos cobrar con un plus. En este caso, teniendo como piso el costo de nuestras horas de trabajo, el precio final lo podemos poner en función de lo que aportemos a quien nos contrata.
¿Cuánto le hacemos ahorrar con nuestro servicio? ¿cuánto ganará? ¿cuánto lo ayudamos a crecer en su negocio? Si tenemos en cuenta esto, lo que cobremos puede ser muy superior al costo de las horas.
¿Puedo cobrar distinto a diferentes clientes? Por supuesto. Sobre todo, teniendo en cuenta el punto anterior, si tu servicio le ofrece un valor agregado diferencial (que cada cliente puede valorar en forma distinta).
Prepararse para negociar. Antes de pasar un presupuesto a quien quiere contratarnos conviene tener en claro si hay posibilidad de negociar la retribución y si estamos dispuestos a hacerlo. Si fuera así, fijemos el rango de variación de antemano.
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Por: Paula Martinez
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demasiado estructurado ….nadie aplica esto
Justamente, la idea es aportar nuevos elementos a lo que ya está haciendo la gente. Son pautas para tomar lo que a cada uno le sirva. De todos modos, no está mal ser estructurados en algo tan importante como ponerle precio a nuestro trabajo, de hecho, las empresas cuando ponen precio a sus productos o servicios, realizan un estudio previo.
🙂 Es un tema necesario y recurrente. Es bueno que podamos intercambiar opiniones sobre el tema. Aporto mi granito ayudando a difundirlo.
Gracias, Ivón!
Va un agradecimiento para Gustavo Biordi e Ivon Bacaicoa por su aporte sobre honorarios profesionales a través de Linkedin, los cuales ampliaré en un próximo post.