Los planes de ahorro son una buena alternativa para quienes cuentan con un dinero extra todos los meses y no tienen la necesidad urgente del auto. Asimismo, son el motor de venta para muchas firmas que ofrecen distintos modelos de cero kilómetro con cuotas accesibles.
Pero, antes de comprometerte con esta obligación a mediano plazo, es bueno conocer qué hay detrás de ellos para evitar sorpresas desagradables en un futuro.
¿Qué son? Planes de financiación sin interés de 84 cuotas que se actualizan con el valor del auto. En algunos casos la financiación es del ciento por ciento y en otros, del 70 por ciento (los que se ofrecen como planes 70/30).
Para retirar el auto no es necesario esperar al pago de todas esas cuotas: en algunos casos, se adjudica tras salir sorteado (se sortea un auto por mes en un grupo que integra cada aportante, que suelen ser de unas 150 personas) o presentarse a una licitación.
Desde un tiempo a esta parte, otra modalidad es retirar el vehículo a partir de la segunda cuota, pero habiendo cancelado el 50 por ciento de su valor. En este caso, son las fábricas las que ponen el dinero para sacar la cantidad de vehículos que sean necesarios.
¿Cómo es la cuota? La cuota tiene dos partes, una es el valor del vehículo suscripto y otra los gastos administrativos, seguros, etcétera.
El precio del auto se divide en 84 partes y cada cuota tiene valor cancelatorio por esa fracción, pero el resto del auto queda sujeto al precio actualizado del mismo. Por eso es bueno saber que las cuotas, si bien no tienen interés, no son fijas. Cuando entrás al plan sabés lo que vas a pagar en la primera cuota, pero no a partir de la segunda.
Dinero extra. Una de las cuestiones conflictivas del tipo de plan 70/30 es que el 70 por ciento del vehículo se prorratea en las 84 cuotas, pero el 30 por ciento debe abonarse de contado (o mediante la entrega de otra unidad usada) al momento de la adjudicación por sorteo o licitación, y al precio del auto actualizado.
Además, para retirar el coche hay que tener dinero extra para los gastos de inscripción, administrativos y flete.
Una vez que te convertís en adjudicatario, el auto queda prendado hasta que se terminan de abonar las cuotas y hay ítems que no podés tocar, por ejemplo, el de la compañía aseguradora.
Los beneficios. Lo bueno de un plan de ahorro es que no hace falta tener ahorros ni capital previo para ingresar. La financiación es en pesos y sin interés y no hay bancos como intermediarios y aunque no se puede saber cuánto se terminará pagando por el auto, los primeros pagos son relativamente bajos (en mayo de 2015, una cuota promedio está en dos mil pesos).
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Por: comunidadpresupu-admin
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