En 2023, se eliminará la última parte del subsidio a la energía que tienen los usuarios residenciales de luz y gas, tal como se estableció el año pasado. Esto implica otro aumento en las tarifas de luz y gas para las familias que no tengan el subsidio pleno.
Sin embargo, hay que aclarar que esta es solo la parte subsidiada correspondiente a la producción de energía eléctrica o de gas natural. En la zona metropolitana, todavía queda otro subsidio a la distribución que tienen las empresas que brindan el servicio final a los usuarios.
Antes de comenzar este esquema, todos los usuarios residenciales de luz y gas de todo el país tenían subsidiada una parte de la tarifa final. Este subsidio no está explicitado en la boleta y corresponde a la parte del costo de producción de la energía.
Esto es así porque las empresas distribuidoras compran esa energía a un valor menor (en junio 2022, cuando comenzó la segmentación, equivalía al 20% del costo, pero la intención es que sea el 100% para los usuarios de ingresos más altos). El resto lo cubre el Estado nacional con subsidios.
En el caso de las empresas de energía eléctrica que atienden el Gran Buenos Aires, Edenor y Edesur, además de tener subsidiado el costo de producción de la energía, también se subsidia la distribución y el transporte. Por eso pagan facturas mucho menores. Esto no es así en el resto del país.
En el caso del gas, las empresas distribuidoras también pagan un porcentaje del costo de producción. La situación es similar en todo el país.
En el agua, solo el área metropolitana o AMBA (Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires) está bajo la órbita de AYSA está subsidiada. En el resto del país depende de cada empresa local.
La quita del subsidio a la producción de energía de los usuarios residenciales se aplicará según una segmentación que tendrá en cuenta el nivel de ingreso familiar y otros indicadores patrimoniales.
Los usuarios residenciales se ubican en algunos de estos tres escalones:
¿Cuáles son los criterios de selección? Los hogares deben cumplir, al menos, una de estas condiciones.
Para el Nivel 1:
Para el Nivel 3 (bajos ingreso):
Quienes no se inscriban en el Registro de Acceso a los Subsidios de la Energía (RASE) o bien, no cumplan con alguno de los requisitos, estarán en el nivel 1.
La inscripción quedará abierta para anotarse en cualquier momento. Mirá aquí el trámite:
El aumento será escalonado en tres veces:
Hay que tener en cuenta que la lectura de los medidores y la facturación tiene un rezago que puede variar según los usuarios. Por esta razón el precio recién después de marzo o abril de 2023.
La situación será la siguiente según la categoría de usuario al terminar la quita escalonada:
Hasta septiembre de 2022, las boletas pagaban sólo el 20% del costo de la energía (producción). Por lo tanto, la quita total del subsidio implicará que se multiplique por 5 lo que paguen por este rubro.
Como las boletas tienen una parte destinada a cubrir el costo de producción pero también incluyen distribución y transporte, más impuestos y otras tasas varias, el incremento final dependerá de cada prestador (según la provincia).
Según cada escalón, los usuarios pagarán:
Según los funcionarios, el aumento final promedio (sin subsidio) será del 167% sobre la tarifa actual.
Los usuarios del Gran Buenos Aires que estén bajo la órbita de la empresa oficial AYSA hoy pagan el equivalente al 30% del costo del fluido.
A los domicilios no se los dividirá por nivel de ingreso ni por el registro de luz y gas (el RASE) sino que se los segmenta por zonas y barrios categorizados por la empresa.
Por: Paula Martinez
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