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Claves para salir de una deuda con tarjeta de crédito

03/10/2016

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Cuando la deuda con la tarjeta de crédito no para de crecer y ya no podés abonar ni siquiera el pago mínimo, es hora de hacerle frente y buscar una forma de regularizarla.

Aquí te dejo cinco etapas para ponerte al día y unos consejos extra para no volver a caer.

En este sitio, venimos insistiendo que el uso de la tarjeta de crédito tiene que ser responsable. Si no, podés terminar con una verdadera “bola de nieve” que no para de crecer: por más que pagues y pagues, la deuda no se cancela nunca y sigue subiendo.

Esto es así porque, si no pagás todo el monto de la cuota al vencimiento, la tarjeta te cobra intereses por financiar el saldo y punitorios por pago fuera de término (mora).

Los pasos para poder salir de esta difícil situación son:

1-Cortar por lo sano

Lo importante es que tu deuda deje de crecer. Seguir pagando, de a poco, lo que puedas no es una buena decisión porque el monto que no cancelás sigue generando intereses y punitorios.

Para esto, tenés que “parar la pelota” y buscar la forma de enfrentar esta situación.

2- Consolidar la deuda

Si no estás familiarizado con este término, la consolidación implica hacer un corte en el tiempo y pedir un cálculo actualizado de la deuda, que incluya el capital, los intereses y las multas o punitorios.

De esta manera, tendrás claro cuánto es lo que realmente debés en ese momento.

3- Buscar refinanciación

Con el monto total de tu deuda actualizado, es tiempo de analizar y comparar distintas alternativas para cancelarla. Como es probable que no lo puedas pagar todo de una sola vez (si lo podés hacer, ¡muchísimo mejor!), necesitarás financiamiento.

Algunas de las opciones que podés averiguar son:

  • Refinanciamiento a través de la propia tarjeta. Te van a hacer un plan de cuotas para que pagues el saldo.
  • Préstamo personal bancario.
  • Crédito de otras fuentes.

4- Elegir la opción más conveniente

Lo más importante en esta etapa es asumir una deuda posible. Esto quiere decir, elegir una cuota que puedas pagar para que no vuelvas a caer en incumplimientos.

Esto es, la alternativa que combine el costo financiero total (tasa de interés más gastos e impuestos) y el plazo más conveniente. Lo lógico es que te cobren más caro que un financiamiento normal.

Quizás esto implique un costo financiero total un poco más alto, pero un plazo más largo, para que la cuota mensual no sea tan alta.

Es muy probable que la mejor alternativa sea la refinanciación de la propia tarjeta de crédito. Si figurás como deudor moroso, es difícil que los bancos te ofrezcan buenas condiciones. Y no te recomiendo recurrir a financieras o empresas que te piden pocos requisitos porque el costo suele ser altísimo.

5- Ajustar tu presupuesto para cumplir

Si te comprometés a abonar una cuota mensual, lo más importante es pagarla en tiempo y forma. Otro incumplimiento puede ser más perjudicial para tu historial crediticio (y esto hará que te presten menos dinero y más caro).

Consejos para no volver a caer

Cómo “yapa” te repito algunos puntos claves para evitar que las tarjetas de crédito se conviertan en un dolor de cabeza:

  • Primero, la necesidad; después, el financiamiento. En lugar de tentarnos con los avisos de descuentos y de planes sin interés, pensemos primero qué necesitamos realmente comprar y después, veamos cuál es la mejor forma de pagarlo (tarjeta o no).
  • Un monto “pagable”. Antes de sacar el plástico para pagar, tenemos que ver cuánto estamos abonando ya por mes y cuánto más tendremos que cancelar. Si es demasiado, mejor dejar el gasto para otro momento. Sumá también las cuotas de otros préstamos (por ejemplo, si entraste en un plan para refinanciar el saldo).
  • La cuota de la tarjeta, primero. El pago del plástico no debe ser algo que te quede a fin de mes, si te alcanza el dinero. Es preferible recortar otras cosas, pero siempre cancelar el monto total del mes.
  • El saldo, completo. Abonar el pago mínimo es una idea muy mala. Si lo hiciste, es muy probable que haya sido el origen de la “bola de nieve” impagable en la que se transformó el saldo de tu tarjeta. Elegí siempre el pago total del vencimiento del mes, salvo alguna situación excepcional.
  • Mientras menos, mejor. Tener un montón de plásticos de diferentes bancos, financieras o casas de electrodomésticos, lo único que va a hacer es aumentar tus costos de mantenimiento mensuales y complicar tu cumplimiento y administración. No tengas más de dos.

Recordá que tener tus deudas bajo control permite que mejores tu calificación crediticia y tengas más posibilidades de acceder a financiamiento accesible cuando realmente lo necesites. Además de evitarte innecesarios dolores de cabeza.

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Por: comunidadpresupu-admin