La tarjeta de crédito es un instrumento muy útil si es bien usado, pero puede ser terrible para el presupuesto familiar si se utiliza mal.
¿Cuál es la clave para un buen uso? Uno solo: Pagar el saldo completo al vencimiento del resumen. Si somos ordenados y cumplimos con esto todos los meses, no vamos a tener ningún problema.
Por supuesto, esto es fácil de decir pero mucha gente no lo hace porque tomó el hábito de utilizar la tarjeta como fuente de financiamiento, sin percatarse de lo extremadamente caro que eso resulta.
Es importante que, antes de realizar un gasto, analicemos si lo vamos a poder pagar en tiempo y forma y no tomemos el plástico como si fuera dinero que tenemos disponible sin costo.
Hay dos herramientas que nos ofrecen los plásticos cuyo uso habitual puede traer complicaciones financieras: el pago mínimo y el financiamiento del saldo en cuotas fijas (3, 6, 9, 12 o más). Ambas opciones están en el resumen y no son pocas las personas que las elijen, por más que sean un riesgo.
Pago mínimo. Vale la pena recordar que utilizar esta herramienta es muy nocivo. Cuando sólo abonamos una parte y no cancelamos el saldo total del resumen, ese monto que “pateamos” para más adelante se nos va a juntar el próximo mes con los gastos de ese período y, además, va a estar incrementado por los intereses.
La tasa de intereses (llamados compensatorios) siempre es mucho mayor a la inflación, pero en estas épocas es demasiado alta: la tasa nominal supera el 80% anual y el costo financiero total (CFT), incluido el IVA (los intereses pagan este impuesto) supera largamente el 150% anual. Es decir, mucho más que la inflación anual esperada para los próximos 12 meses.
Si el pago mínimo lo tomamos como algo habitual y lo realizamos por varios meses seguidos, se transforma en una “bola de nieve” que, en muy poco tiempo, se hace impagable. Es probable que pagues algo todos los meses pero veas que la deuda sigue creciendo.
Pago fuera de término. Por cada día que corre desde el vencimiento del resumen se cobran intereses punitorios, que se suman a los intereses compensatorios. Si, además del pago mínimo, te atrasás, la “bola de nieve” será enorme muy rápido.
Financiamiento del saldo. En el mismo resumen, las tarjetas ofrecen pagar el monto total en cuotas. La tasa de financiamiento es similar a la que se cobra por “patear” el resto del pago mínimo. En momentos en que el costo de financiamiento está por las nubes, lo mejor es no usar esta opción, o hacerlo en pocas cuotas; pensá que un CFT superior a 150% en 12 cuotas más que duplicará el capital a pagar.
De todos modos, si vas a comprometerte a las cuotas fijas, es mejor que las puedas abonar por completo en cada vencimiento; volver a refinanciarlas será muchísimo más caro.
Una situación totalmente diferente se produce cuando comprás algo y lo pagás en cuotas en ese momento, tanto si son pagos sin interés como con un recargo.
La diferencia es que la financiación de esta manera es mucho más barata, incluso si tuviera un interés.
Lo que es importante en este caso es asegurarse de que vamos a poder pagar las cuotas: de nada sirve comprar algo de oferta, o en pagos sin interés o con un descuento, si después tenemos que financiar el saldo de la tarjeta de crédito a un costo altísimo, porque no podemos afrontar la cuota del mes.
Vale remarcar lo que señalamos otras veces: antes de gastar con la tarjeta, hay que ver si está dentro de nuestro presupuesto. Realizar gastos que no son necesarios no es una forma de ahorrar (por más beneficios que haya) sino de aumentar nuestro compromiso futuro.
Por: Paula Martinez
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Una consulta: Cuando tenia trabajo en blanco saque un prestamo personal en una empresa de electrodomesticos para comprar un producto. Si bien me faltan pocas cuotas, ahora no tengo trabajo, tampoco tengo nada a mi nombre de donde podrian cobrarse. Lo unico que tengo es una cuenta en el banco a mi nombre con ahorros. Me he estado planteando dejar de pagarlo, cuales serian las consecuencias?
hola. Más que dejar de pagar una deuda, yo te sugiero hacer un esfuerzo como sea y cancelarla, si estás sin trabajo.
Con lo altas que están las tasas ahora, cualquier atraso se incrementa muchísimo y en muy poco tiempo la deuda se te va a multiplicar y se va a transformar en una bola de nieve.
Lo único que vas a lograr es patear para adelante el problema pero haciéndolo muchísimo más grande. Además del costo financiero, se suman honorarios de abogados si la deuda va a cobro judicial y todos los gastos gigantes que eso implica.