Si se aprueba en el Congreso el proyecto de ley del Monotributo “tech”, quienes vendan servicios al exterior hasta un determinado monto podrán pagar un impuesto simplificado y evitar tener que cambiar sus dólares a pesos en el mercado oficial.
La iniciativa está pensada para que los pequeños exportadores de tecnología, economía del conocimiento, servicios y jugadores de juegos digitales puedan estar en regla con la AFIP. Será un régimen simplificado y las personas podrán, a su vez, ser monotributistas o responsables inscriptos por otras actividades.
En esta nota detallamos los puntos principales del proyecto que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados y ahora está en tratamiento en el Senado.
El llamado “Mono-Tech” (como lo llama el texto del proyecto) está destinado a personas humanas (o sea, no incluye sociedades) que realicen actividades de la economía del conocimiento o cualquier tipo de prestación de servicios.
Deben ser desarrolladas en Argentina pero utilizadas o con explotación efectiva en el exterior (exportaciones).
Además, se incluyen participantes en torneos de videojuegos o similares (e-sports o deportes electrónicos).
En cualquier caso, los ingresos por esta actividad deben provenir del exterior del país.
Para estar incluidos en el Mono-Tech, los pequeños contribuyentes tecnológicos deben tener ingresos por esta actividad de hasta U$S 30.000 en los 12 meses calendario anteriores a la fecha de adhesión.
Además, para permanecer en este régimen simplificado, no se puede superar ese mismo monto de ingresos en los 12 meses anteriores contando la última facturación.
El pago del Mono-Tech reemplazará a Ganancias, IVA, los recursos de la seguridad social y al pago del Monotributo (en caso de que tenga otras actividades que estén en el Régimen Simplificado tradicional).
Las operaciones de este nuevo régimen estarán exentas de Ganancias e IVA.
El monto mensual que tendrán que pagar los monotributistas tecnológicos depende de su categoría que, a su vez, estará determinada por su nivel de ingreso anual:
-Categoría 1- Hasta U$S 10.000. Abonan el equivalente a la categoría D del Monotributo tradicional para prestadores de servicio. Desde enero de 2023, el monto con el componente previsional es $ 9.245,06. Si el monotributista tecnológico tiene otras actividades del régimen general, paga sólo el tributo integrado de $ 2.689,05 (sin la jubilación y obra social).
-Categoría 2- Hasta U$S 20.000. El monto de la categoría F. El total es $ 15.712,40 y baja a $ 7.036,89 sin los aportes previsionales.
-Categoría 3- Hasta U$S 30.000. Pagan la cuota de la categoría H. Es $ 31.347,16 con obra social y jubilación o $ 20.460,26 si corresponde sólo el impuesto integrado.
Los monotributistas tecnológicos que también sean contribuyentes del Monotributo tradicional deberán sumar al pago de la categorías 1, 2 o 3 del Mono Tech, la cuota del impuesto integrado de la categoría H si prestan servicios ($ 20.460,26 más).
Si venden bienes y están en los escalones I, J o K, se sumará el componente impositivo de estas últimas (entre $ 25.575,36 y $ 34.526,76 más por mes).
El pago de la obra social es optativo.
La segunda parte del proyecto de ley (y que es clave para el éxito del régimen) es la implementación de una excepción para que los monotributistas tecnológicos tengan que liquidar divisas en el mercado oficial.
Esto quiere decir que, en lugar de estar obligados a ingresar las divisas de la exportación y cambiarlos a pesos al tipo de cambio oficial (hoy inferior a $ 200), estos pequeños contribuyentes tech podrán mantener los dólares.
Para ello, deberán depositar los ingresos facturados en una cuenta especial en dólares que implementará el Banco Central (BCRA).
El texto del proyecto invita a las provincias, la Ciudad de Buenos Aires y los municipios a adherir y generar un régimen simplificado, similar al Monotributo Unificado, en este caso para los pequeños contribuyentes tecnológicos.
Por: Paula Martinez
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