Muchas mujeres, cuando nos convertimos en madres, pensamos en dejar de trabajar fuera de casa para dedicarnos a los hijos a tiempo completo. Esa opción es viable para familias con un alto ingreso, pero para otras no.
Por eso antes de tomar la decisión de dejar un empleo es fundamental determinar si el salario de una sola persona es suficiente para cubrir las necesidades de la nueva familia.
Más allá de lo que consideramos que es lo mejor para nuestros hijos, es fundamental ponderar ingresos y gastos de la familia para ver si los números cierran con un solo sueldo.
Para eso hay que armar un presupuesto y evaluar los resultados en dos o tres meses por lo menos ya que los gastos de una familia se modifican con la llegada de un nuevo integrante.
Vas a necesitar saber cuáles y de qué tipo son tus gastos, las deudas e ingresos.
Gastos. Tené en cuenta los gastos fijos y variables: alquiler o cuota de la casa, seguro del auto, impuestos, servicios, comida, prepaga, ropa, pañales, remedios, etcétera. También los superfluos, como salidas, esparcimiento, gimnasio, vacaciones, entre otros.
Si todavía no los tenés registrados, anotá durante un mes absolutamente todo lo que pagás.
Deudas. También deben ser tenidas en cuenta en el presupuesto los compromisos que hayas tomado con las tarjetas de crédito, bancos o familiares y cualquier otra deuda.
Ahorro. Hay que considerar un monto destinado al ahorro, que debería ser al menos del tres o cinco por ciento de los ingresos.
Imprevistos. También tenés que tenerlos en cuenta, sobre todo con la llegada de un bebé.
Reparto de los ingresos. La mitad del ingreso familiar debería ser destinado a cubrir las necesidades básicas, otro 25 por ciento para los gastos superfluos y el resto dividirlo en el pago de deudas, imprevistos y ahorros.
Leé las claves para un presupuesto realista.
Acá podés ver cuál es el sueldo de la empleada doméstica.
Mirá las claves del impuesto para 2016.
Eso sí, si tus aportes a la obra social suman para el pago de la medicina prepaga, averiguá si con los aportes de una sola persona alcanzará para mantener el mismo plan o si deberán pagar extra.
Teniendo en cuenta estos puntos, restá los gastos a los ingresos para ver si dejar de trabajar es una opción.
Si achicando los gastos al máximo los números aún no te cierran, evaluá la posibilidad de trabajar de manera independiente desde tu casa, con horarios mucho más flexibles.
Leé cuánto podés cobrar por un trabajo independiente.
Dejar de trabajar es una decisión que no debés tomar sin analizarlo desde varias perspectivas.
Además de evaluar si un solo ingreso alcanza para mantener una familia, debés pensar si te sentirás bien al dejar tu vida profesional y el espacio que compartís con otras personas, y analizar si será fácil o no reinsertarte en el mercado laboral en caso de que más adelante desees hacerlo.
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Por: comunidadpresupu-admin
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