Cuando la suba de precios es tan alta como en la Argentina de estos tiempos, hay algunas conductas que conviene adaptar para que el efecto negativo sea el menor posible en nuestro presupuesto.
La inflación golpea nuestros ingresos, encarece nuestros gastos, desvaloriza nuestros ahorros y licúa algunas de nuestras deudas. Aquí veremos algunos consejos para que minimizar el impacto en contra.
Un peso de hoy no vale lo mismo que un peso de mañana. El dinero se desvaloriza tan rápidamente como la suba de los precios. Este concepto es válido con estabilidad y mucho más aún con inflación y es clave para todos los rubros que señalamos antes.
1-Ingresos. Mientras antes podamos cobrar, mejor. Por supuesto que no siempre podemos elegir (sobre todo cuando somos empleados, o siendo independientes cuando tenemos poco poder de negociación). Pero, si está en nuestras manos, tratemos de hacernos con los fondos lo antes posible.
Si somos independientes y tenemos que fijar cuánto le vamos a cobrar a nuestros clientes, tenemos que considerar la forma y el plazo de pago. Si alguien nos paga en efectivo y de una sola vez, le podemos cobrar menos que si lo hace en cuotas o con cheques para dos o tres mes.
LEÉ. Cuánto puedo cobrar por un trabajo independiente.
2-Pagos. Cuanto más podamos estirar los pagos en el tiempo (con el mismo valor nominal), mucho mejor. Si esta opción tiene algún recargo o interés, tenemos que contrastarlo con la inflación para ver si conviene o no.
3-Impuestos. Lo anterior se podría aplicar a la cancelación de impuestos. Por ejemplo, algunas provincias o municipios ofrecen la opción de abonar en cuotas el Inmobiliario o el Automotor y ofrecen un descuento por pago de contado. Aquí tenemos que ponderar si este beneficio es suficientemente alto como para desembolsar el dinero de una sola vez (el descuento es mucho menor que la inflación, o no).
MIRÁ. Claves para cumplir con tus impuestos del año.
4-Compras. Los gastos que ya tenemos decidido realizar, es mejor que los hagamos apenas tengamos el dinero, para evitar que suban de precio. Esto se aplica, por un lado, a los que se hacen todos los meses, como las compras del súper. Pero, también a otros desembolsos que ya estén decididos, desde un electrodoméstico hasta un automóvil.
5-Ofertas. Por supuesto que las promociones siguen siendo una opción más que conveniente para comprar. Pero, tengamos en cuenta algunas cosas: que el descuento sea realmente el que dice la oferta (en algunos casos el precio puede subir antes de la promoción); y que efectivamente necesitemos los artículos (gastar porque sí, para aprovechar una oferta no es ventajoso, aunque creamos que salimos ganando).
6-Deudas y financiamiento. El manejo inteligente del endeudamiento es clave en un contexto inflacionario. Aquí algunos ejemplos:
LEÉ. Cuotas: un plazo para cada necesidad.
7-Ahorros. Tener el dinero en efectivo, o en una cuenta a la vista (las que no dan intereses, como cuentas corrientes o cajas de ahorro) es lo peor que podemos hacer en épocas inflacionarias. Tenemos que buscar colocaciones que, aunque no cubran toda la inflación, al menos ofrezcan un interés que permita paliar la desvalorización de nuestro dinero.
LEÉ. Opciones para ahorrar cuando hay inflación.
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–10 consejos para manejar tu dinero en un contexto inflacionario.
Por: comunidadpresupu-admin
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