El dólar y el plazo fijo son dos activos tradicionales de refugio para los ahorros argentinos. En general, se suele pensar que van a resguardarnos de la pérdida de poder adquisitivo que genera la inflación en nuestro dinero.
Pero esto no siempre es así en todo momento. Hay épocas en las que algunos de ellos salen ganadores, pero en otras ni siquiera pueden seguir el ritmo de suba general de precios. ¿Qué pasó en 2022?
No hay una única respuesta porque a lo largo del año se ven períodos diferenciados.
Vamos a suponer que un ahorrista que tenía $ 100.000 el 31 de diciembre de 2021 los hubiera colocado en distintas alternativas y las hubiera mantenido todo el año, ¿cuántos pesos tendría un año después?
Esa cantidad de dinero, al terminar 2021 le habría alcanzado para:
–Colocar un plazo fijo por $ 100.000 y renovarlo cada mes.
-Comprar U$S 559,66 al tipo de cambio oficial de $ 108 más el 65% del impuesto PAIS y la percepción (este es un ejercicio hipotético porque el tope del dólar ahorro es de U$S 200 por persona).
-Comprar U$S 505,56 a través de la Bolsa (dólar MEP) a una cotización de $ 197,80.
-Comprar U$S 480,77 en el mercado informal a un valor del dólar blue de $ 208,00.
-Constituir un plazo fijo UVA por 1.025,54 UVA (unidades de Valor Adquisitivo, que suben su valor con la inflación).
A lo largo de 2022, la inflación comenzó con un 3,9%, fue subiendo y llegó a un primer pico en marzo (6,7%); en julio volvió a tener un máximo (esta vez histórico) de 7,4% y recién en noviembre bajó en forma importante (fue de 4,9%).
Diciembre todavía no se conoce, pero las estimaciones hablan de un promedio de 5,5%.
De esta manera, la inflación acumulada llegó al 85,3% en los 11 primeros meses, según los datos del Indec, y si se cumplieran las proyecciones anteriores, rondaría el 95,5% en todo 2022.
Veamos ahora cómo les fue a los distintos tipos de dólar y a las colocaciones en plazo fijo tradicional y en UVA, en la carrera contra la inflación.
Como se observa en el gráfico, ninguna de las alternativas le ganó a la suba de precios.
Aquí podemos ver otro gráfico con la variación acumulada en todo el año:
Sin embargo, las dos mitades del año fueron diferentes. En particular, en el segundo semestre se notó un aumento de todos los valores nominales para tratar de no quedarse respecto a la inflación. De esta manera, si alguien cambiaba su inversión en junio, podría obtener mejores resultados.
UVA. La opción que más se acerca a la inflación es convertir los pesos a UVA, lo cual es lógico porque se trata de un indicador que sigue al Índice de Precios al Consumidor (IPC) aunque de manera rezagada y con promedios móviles de dos meses.
Como se ve en el gráfico, el comportamiento del UVA casi copia a la inflación. Aunque, con un aumento anual de 90,1% queda algo por debajo de esta.
Plazo fijo. El año comenzó con tasas de interés muy bajas (equivalentes a 3,25% mensual) y, por eso, el dinero colocado en un plazo fijo se queda muy atrás en los primeros meses del año. Esto, claramente se revierte en la segunda mitad del año y la tasa de interés termina en 75% nominal anual (o 6,25% cada 30 días).
De todos modos, el repunte de los últimos meses no logra compensar la pérdida del principio. Así, si se hubieran mantenido $ 100.000 en plazo fijo todo el año, el 31 de diciembre de 2022 se hubieran tenido $ 176.832 pesos, un 76,8% de aumento nominal y claramente inferior a la inflación acumulada.
Veamos, por último, qué pasó con quienes ahorraron en dólares.
Aquí vamos a suponer que la persona compra y vende al mismo tipo de cambio (es decir, dólar ahorro, dólar blue o dólar MEP). En la práctica, es probable que alguien compre en algún mercado más barato y venda en el más caro, con lo cual podría obtener alguna diferencia mayor.
Dólar oficial. El último día de 2021, el tipo de cambio minorista estaba en $ 108,30 y terminó 2022 en $ 184,6. Si a los U$S 559,66 que se compraron con $ 100.000 al terminar 2021, un año después estaban valuados a $ 170.505. La cotización que se toma es de $ 304,65, al sumar los impuestos.
Es decir, una ganancia nominal de 70,51%, menor a la inflación y al rendimiento del plazo fijo en igual período.
Por supuesto que, si se vendieran al dólar blue ($ 350 al 30 de diciembre de 2022), habría una ganancia mayor.
Dólar MEP. Si al terminar 2021, se hubieran comprado dólares en la Bolsa con los $ 100.000 originales, esos U$S 505,56 valdrían $ 169.363 al 30 de diciembre de 2022 (el tipo de cambio implícito es de $ 335). Es decir, el valor nominal subió sólo 69,36%.
Dólar blue. En este caso, las cotizaciones son diferentes pero la variación similar al dólar MEP. En diciembre de 2021 se podrían haber comprado U$S 480,77, que un año después se podrían cambiar a $ 168.270, también en el blue. Es decir, la inversión aumentó un 68,3%. En el caso de los dólares financieros se ven las mayores variaciones en los rendimientos. En el primer semestre, claramente pierden frente a la inflación pero, en la segunda mitad del año, salvo el dólar MEP todas las demás alternativas están casi al mismo ritmo de los precios.
Por: Paula Martinez
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