Cómo elegir la mejor propiedad para vivir o invertir

Elegir una casa es una decisión que no se puede tomar a la ligera. Hay muchos factores que hay que analizar, ya sea que se vaya a alquilar, comprar para vivir o comprar para invertir.

Eso es lo primero que hay que analizar: qué fin le vamos a dar a la propiedad.

De acuerdo al objetivo, si es para inversión, un departamento es mejor que una casa, porque es más fácil para alquilar y también para vender. Lo mismo si es de un dormitorio, en lugar de uno de dos o tres. Se le puede sacar una mejor renta. La ubicación es de gran peso.

Cambia la cosa si nosotros vamos a vivir ahí. Si vamos a alquilar, tenemos que pensar en el presente: ¿Tenemos mascotas? ¿nuestro trabajo está cerca? ¿la escuela de los chicos?, etcétera.

Si vamos a comprar nuestra casa familiar para habitar muchos años, en cambio, hay que analizar otras variables: ¿cómo será la zona de acá a un tiempo? ¿hay espacio suficiente para una posible ampliación? ¿será cómoda para cuando sea mayor/tenga hijos/reciba visitas?, etcétera.

Vamos a analizar algunos puntos

Ubicación. La ubicación es lo único del inmueble que no variará. La zona puede crecer, estancarse o empeorar. Es una de las principales variables para analizar.

Por un lado, hay que evaluar si el sitio tiene potencial. Un edificio nuevo cerca, un centro comercial, una nueva avenida u otro emprendimiento inmobiliario, por ejemplo, pueden darte la pauta de que probablemente el lugar se revalorice aún más en un futuro.

Servicios. Además de cómo es el lugar, hay que evaluar qué tan lejos o cerca está de la ciudad, del trabajo, la escuela, etcétera.

Con qué servicios de transporte cuenta, qué tan accesible es en horas pico, cómo es el entorno, a qué distancia hay una plaza, espacio verde o recreativo, una escuela, si cuenta con servicios de agua, gas natural, Internet, teléfono, asfalto, entre otros.

Un tip: recorré la zona en donde está la propiedad que te interesa y sus alrededores. Si ves muchas casas o terrenos en venta puede deberse a varios factores, como inseguridad, tránsito, ruidos o también por el potencial de la zona si es que es un lugar nuevo, en pleno crecimiento, o porque un barrio residencial está empezando a crecer en altura o comercialmente, por ejemplo.

El estado. Lo ideal es hacer ver la propiedad por un profesional que pueda decirnos más o menos cuál es su estado, sobre todo si se trata de una casa de varios años. En esos casos, pedí los planos, preguntá a los dueños de qué material son las cañerías, los cables y todo lo que desde afuera no se ve. No te quedes con dudas que a la larga puedan traerte dolores de cabeza.

Precio versus costo. El precio de la casa no es lo mismo que el costo de mantenerla. Capaz que llegás con la plata para comprarla o alquilarla, pero analizá bien si vas a poder afrontar los gastos una vez que estés adentro: impuestos, servicios, expensas, costo de transporte, de la escuela más cercana, etcétera.

Otros gastos. Tené en cuenta dentro del presupuesto los otros costos de comprar una propiedad: escritura, gastos de inmobiliaria, contratos, cualquier arreglo, cambio o terminación que haya que hacerle a la casa (los interiores de placard son un clásico sobre todo en viviendas nuevas, calefactores, aires acondicionados, etcétera).

En el futuro. Si vas a comprar una casa para vivir, no pienses únicamente en tus necesidades actuales. Proyectá e imaginá si será cómoda para vos, para tus hijos. No es buen negocio comprar una casa que en dos, tres o cinco años no se ajuste a tus necesidades, sobre todo si vas a endeudarte.

Para tener en cuenta

Hay otros aspectos más superfluos pero que igualmente es bueno tener en cuenta:

• Cómo está ubicada la casa respecto del norte y sur. Si está protegida del sur y tiene sol directo en invierno no necesitarás calefacción extra, por ejemplo.
• Si hay espacio suficiente para tus muebles y electrodomésticos o tendrás que hacer un gasto extra en mobiliario que se adapte a la nueva casa.
• Si al lado de la propiedad hay terrenos baldíos o ya está construido. Si la respuesta a la primera opción es sí, tené en cuenta que probablemente en algún momento deberás lidiar con una construcción colindante a tu casa.
• Si hay suficiente espacio de guardado. Este es un punto muy valorado por familias con hijos, sobre todo.
• Si hay espacio para uno, dos o más autos bajo techo en la propiedad o cerca. Quizás ahora no tengas vehículo pero en el futuro sí y dónde dejarlo podría ser un problema.

Otros consejos

Hablá con los vecinos y comerciantes de la zona que te digan cómo se vive allí.

Recorré la zona de día y de noche, los días de semana y los fines de semana para ver qué tal es.

Hacé el trayecto de esa casa al trabajo/escuela para ver cuánto tiempo te lleva.

Prestá atención a las opciones de transporte público del sector.

Buscá en Internet opiniones de vecinos y clientes acerca del edificio/barrio/emprendimiento/, de la inmobiliaria o constructora.

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Por: comunidadpresupu-admin