Ir de shopping es para muchos una actividad relajante y divertida. Para otros, algo estresante. Las opciones son tan variadas que, salvo que tengamos mucho dinero y un cuerpo privilegiado, es muy probable que alguna vez hayamos hecho malas compras.
Para saberlo basta con abrir el placard: ¿hay prendas que usaste una o dos veces, o directamente siguen con la etiqueta?
Más allá de la moda y la paquetería, la vestimenta es un objeto de primera necesidad y, como en todo, existen maneras de comprar más inteligentes que otras.
En esta nota te damos algunas claves para que tengas en cuenta antes de salir a recorrer tiendas.
1) No dejarse llevar. En primer lugar, como consumidores debemos ser críticos ante la publicidad y la moda. Si tu presupuesto destinado a la ropa es acotado, evitá en lo posible comprar prendas que sigan la tendencia de esta temporada. Evitá las modas pasajeras para no tener que desechar lo que comprás ahora al año siguiente.
Buscá prendas clásicas, con colores clásicos, y complementalas con accesorios. Comprá solo aquello que necesitás y buscá precios adecuados a tu economía.
2) Todo el año. Además de elegir prendas clásicas, optá por aquellas que puedas utilizar en distintas estaciones del año.
Por ejemplo, a las remeras de algodón mangas largas las podés usar en invierno con un saco encima y también los días frescos de verano. Comprá pocas prendas de abrigo para los días más fríos del año.
3) Descuentos. En Argentina, tanto los centros comerciales como las distintas marcas realizan acuerdos con bancos y emisores de tarjetas y a través de ellos ofrecen descuentos en la ropa determinados días de la semana. Averiguá en la página web de tu banco dónde y cuándo hay promociones y aprovechalas; a veces alcanzan el 25 por ciento menos.
4) Liquidación. Las rebajas en nuestro país no son tan agresivas como en otros, pero son rebajas al fin. Aprovechá la liquidación de cada temporada –o, si no tenés urgencia, esperá que lleguen– para comprar un poco más barato. Si vas a elegir prendas que pronto van a quedar fuera de estación, tené en cuenta lo del primer punto, que no pasen de moda para que puedas usarlas el año próximo.
También hay buenas ofertas para fechas especiales como el Día de la Madre, del Padre, Navidad, etcétera. Eso sí, no compres por impulso porque algo esté barato. Primero, asegurate de que es algo que necesitás y vas a usar.
5) No te endeudes. No es bueno endeudarse con la ropa, sobre todo si es para los chicos que crecen o la arruinan antes de terminar de pagarla. Si vas a comprar en cuotas, procura que sean sin interés. Aprovecha el plan Ahora 12 para prendas caras, como calzado o abrigos, de industria nacional.
6) Condiciones de compra. Antes de abonar, verifica cuáles son las condiciones de compra, sobre todo si la prenda tiene algún descuento. Preguntá si se puede cambiar. Revisá que esté en condiciones: la calidad debe ser proporcional al precio.
Exigí siempre la factura o ticket aunque el vendedor te diga que con la bolsa alcanza para el cambio. Es el único documento que valida la transacción.
7) Para los chicos. No es bueno comprarles ropa en exceso porque crecen rápido. Es mejor tener poco y lavar seguido. Hay que volver a las costumbres de nuestras madres y abuelas: guardar pocas prendas lindas para las salidas y para todos los días, usar lo que está más viejito o heredado de hermanos, primos o amigos mayores.
8) Otros canales de compra. Aunque te sientas cómodo comprando siempre en el mismo lugar, no desestimes otros canales de compra o negocios con otro formato. A veces son una buena opción los negocios mayoristas si se necesitan remeras para diario, medias o alguna otra prenda básica para dos chicos, por ejemplo. También hay outlets que venden ropa de temporadas anteriores.
Elegir productos económicos no significa necesariamente que sean de mala calidad o defectuosos.
Prestá atención a las ferias de estilo americano que se arman cerca de tu casa. También hay personas que traen ropa del exterior, de muy buena calidad, y que la ofrecen a través de Facebook a buen precio.
Si vas a comprar ropa por Internet, tenés que saber que corrés el riesgo de que no sea como la veías en las fotos o que el talle no sea acorde. Antes de concretar la operación, preguntá si se puede cambiar o hay devolución.
Anabella Rao, asesora en Imagen y Personal branding, recomienda en su página de L´etiquette tener un placard ordenado, con todas las prendas a la vista para que ninguna quede en olvido. Un «fondo de placard» intermedio debe poder armarse con unas 30 o 40 prendas.
Además, sugiere como regla básica suplantar una prenda vieja por cada nueva que ingresa al placard.
Para salir de compras, plantea hacerlo con lista en mano, tal cual fuéramos al supermercado. De esta manera, tendremos bien en claro qué buscar, sin marearnos ni dejarnos tentar por propuestas poco productivas.
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Por: comunidadpresupu-admin
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