Con los cambios económicos, la forma de manejar nuestro dinero se tiene que adaptar. Una guía para gestionar las finanzas con foco en el gasto, tarjetas, ahorro y deudas.
La gestión de las finanzas del hogar es un desafío constante y, más aún, en economías tan cambiantes como la de Argentina. Lo que funcionaba hace unos años, puede no ser la mejor estrategia hoy.
En esta nota, Paula Martínez, fundadora de «Mi Presupuesto Familiar», comparte su participación en el noticiero Telefé Noticias, con consejos clave para desarmar ideas erróneas y adoptar prácticas más conscientes y efectivas en la administración del dinero.
Mito: Las estrategias económicas se aplican solo a fin de mes, cuando el dinero escasea.
Realidad: Lo ideal es empezar a planificar desde el principio del mes.
Esperar al final puede llevar a que ya no podamos hacer mucho si el dinero no alcanza, o bien, si estamos holgados, a gastar sin control lo que queda.
Una planificación temprana permite una mejor asignación de recursos, fomenta el hábito del ahorro y evita sorpresas desagradables.
Mito: Nuestras conductas con el dinero deben ser las mismas que siempre.
Realidad: La situación económica actual, especialmente la inflación más baja, nos obliga a cambiar ciertas conductas:
Mito: Siempre conviene hacer una compra mensual para el supermercado.
Realidad: Si bien en épocas de hiperinflación era una práctica común (gastar el sueldo apenas se cobraba para evitar la pérdida de valor del dinero), hoy la situación es diferente.
Mito: Conviene usar la tarjeta de crédito para pagar las compras del supermercado.
Realidad: Esta es una práctica muy dañina que nos quedó de la época de alta inflación. Antes era conveniente financieramente postergar los pagos porque se podía ganar una tasa de interés con ese dinero, pero con una inflación baja ya no lo es.
• La tarjeta de crédito es una herramienta de crédito, es decir, dinero que no tenemos en mano y por el que nos estamos endeudando.
• Además del capital, las compras con tarjeta de crédito tienen impuestos (como el impuesto de sellos del 1.5% en Córdoba). Ni hablar si no pagamos todo, porque se aplicarán intereses.
• Usar la tarjeta porque «no me alcanza a fin de mes» para las compras habituales genera una cadena de deuda que nunca termina.
• La tarjeta no hay que usarla para comprar cosas que se consumen todos los meses. Lo más recomendable es usar el crédito para financiar compras grandes que no podrías pagar de una sola vez.
Mito: Pagar el mínimo de la tarjeta de crédito es una opción viable cuando no alcanza el dinero.
Realidad: El pago mínimo es perjudicial y la peor práctica. Es una de las principales causas de los problemas con las tarjetas de crédito.
Recomendación: Evitá ir al supermercado con la tarjeta de crédito. Si vas a comprar algo de valor (en el shopping, por ejemplo) evalualo primero en casa y luego realizá la compra de forma consciente.
Mito: Comprar dólares es siempre mejor que hacer un plazo fijo.
Realidad: La mejor estrategia depende del objetivo y el plazo para el que necesitamos el dinero.
En la actualidad, el dólar flota entre bandas, sube y baja, por lo que no se puede “apostar” a que siempre subirá como en el pasado. Hemos visto variaciones significativas, incluso a la baja.
• Si el dinero lo vas a necesitar en el corto plazo (próximos meses), una tasa de interés en un plazo fijo o un fondo común de inversión podría ser más conveniente.
• Si necesitas los dólares para planes futuros (ej. un viaje de verano, largo plazo), podés comprarlos pero buscá también una inversión que te dé un rendimiento en dólares para que tu capital no pierda valor. estancado.
Mito: Siempre conviene cancelar todas las deudas lo antes posible, incluso si tienen intereses bajos.
Realidad: Con las tasas de interés actuales, que están muy altas debido a la escasez de pesos, cancelar una deuda con tasas bajas podría no ser la mejor estrategia, ya que ese dinero podría rendir más en otro lado.
Sin embargo, si una deuda es muy complicada de manejar dentro de tu presupuesto o te genera estrés, y tenés el dinero, es una buena práctica cancelarla y «sacarte el problema de encima» para dejarte más tranquilo.
Importante: Nunca reemplaces una deuda barata por una más cara.
En definitiva, para administrar mejor tu dinero no vale hacer siempre lo mismo. Si la situación cambia, tu conducta también debería modificarse.
La clave está en la planificación, la adaptación a las condiciones económicas y el uso consciente de las herramientas financieras a nuestro alcance.
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Por: Paula Martinez