Para un ahorrista o un pequeño inversor, los Fondos Comunes de Inversión son una buena opción que otorga varias ventajas porque permite acceder a una administración especializada, en general, reservada para quien tiene grandes montos.
Un Fondo Común de Inversión (FCI) es un instrumento financiero que reúne el aporte de muchos inversores y los coloca en una cartera (portafolio) administrado por profesionales.
Con muy poco dinero, el ahorrista compra cuotapartes y, al venderla, obtiene una ganancia (o una pérdida), según el fondo haya aumentado o no de valor.
Para un inversor pequeño, colocar dinero en un Fondo Común de Inversión tiene varios beneficios que son difíciles de encontrar en otras alternativas tradicionales:
Pese a las evidentes ventajas, hay cuidados que hay que tener en cuenta antes de poner dinero en los fondos.
De dinero. Invierten en plazos fijo (colocaciones a plazo) u otras colocaciones muy cortas, también tienen un porcentaje alto de disponibilidades. Un porcentaje menor lo destinan a opciones muy conservadoras, pero de mayor rendimiento Lebacs, títulos públicos y privados (obligaciones negociables) y fideicomisos financieros. Lo que buscan son tasa de interés.
Tienen como ventaja una mayor liquidez que un plazo fijo y el rendimiento es levemente superior. Además, no tienen variación de precio, así que casi no tienen riesgo.
De renta fija. Son fondos que invierten en instrumentos que tienen una renta preestablecida: títulos públicos y privados. Hay fondos de distintos plazos y liquidez, según su cartera.
Los denominados fondos T+1 son los más conservadores y líquidos. La mayor parte de la cartera de inversión está en Lebacs.
La ventaja en los de corto plazo (de dinero, o T+1) frente a las inversiones originales (plazo fijo, Lebacs) es que son mucho más líquidos y de mayor rendimiento porque la cartera diversificada permite aumentar la renta.
Dentro de los de Renta Fija puede haber fondos de mediano y largo plazo.
También se pueden elegir los que invierten en moneda nacional o moneda extranjera. Dentro de la renta fija en dólares, los de más corto plazo invierten en Letes en dólares, y son bastante conservadores.
Y, además, hay fondos que tienen portafolios de títulos del exterior en general, de Latinoamérica o de un país específico (Brasil, Estados Unidos).
De renta variable. La mayor parte de la cartera se destina a acciones. Buscan ganancias en el mediano o largo plazo. Tienen rendimientos potencialmente elevados pero su precio tiene la volatilidad de los mercados bursátiles.
También aquí hay opciones de carteras que invierten en acciones nacionales, extranjeras en general, o de una región o país.
Renta mixta. Los fondos pueden tener distintas composiciones y dependen de las sociedades administradoras de los FCI. Se pueden combinar diferentes plazos, diferentes monedas, renta fija y variable, etcétera.
El riesgo y el rendimiento dependerá de la composición de los fondos, pero no son opciones conservadoras.
Otros fondos. En el mercado argentino se han desarrollado fondos específicos como: Pymes (invierten en cheques de pago diferido, obligaciones negociables Pyme, fideicomisos financieros), de Infraestructura (inversiones a largo plazo en proyectos de este tipo), Retorno total (colocaciones en títulos públicos de distinto plazo y moneda).
Según el perfil que tengamos podemos elegir distintos tipos de fondos o, si tenemos más dinero los podemos ir poniendo en diferentes FCI, con un pequeño porcentaje en los de mayor riesgo.
Los Fondos Comunes de Inversión son administrados por sociedades gerentes de fondos, pero la cuotapartes se compran y se venden a través de un agente de Bolsa. El trámite es muy sencillo, hay que abrir una cuenta especial y transferir los fondos.
La ventaja en este caso es que se puede recibir asesoramiento de especialistas. Además, las agencias de Bolsa suelen trabajar con fondos de dos o más sociedades gerentes, con lo cual hay mayor oferta para elegir.
Bancos. Para los que usan Homebanking, los FCI se pueden operar desde Internet. Antes, hay que abrir una cuenta especial (consultar en cada banco) y listo.
La ventaja es la simplicidad y el menor costo. Las desventajas, que no hay una persona que asesore y la oferta se limita solamente a los FCI que administre nuestro banco (no podemos elegir de otra entidad financiera).
Podés consultar más información y la evolución del sector en la Cámara Argentina de Fondos Comunes.
Un tema no menor al invertir en FCI es que las operaciones de compra venta y los resultados están exentos del pago del Impuesto a las Ganancias para las personas físicas.
Los Fondos Comunes de Inversión abiertos no tributan Ganancias sobre las utilidades.
IVA. No están alcanzados por el impuesta los ingresos ni los resultados por tenencia.
Impuesto al cheque. Están exentos los débitos y créditos por suscripciones y rescates.
Bienes Personales. El monto invertido en FCI al final de cada año por un inversor individual, sí está gravado.
Por: comunidadpresupu-admin
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