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Préstamos personales UVA: ¿conviene cancelar un crédito con cuota fija?

préstamos personales UVA

Lentamente, los bancos empezaron a ofrecer líneas para cualquier destino, ajustadas, lo que permite una cuota inicial bastante baja. ¿Qué tenés que mirar para comparar con los préstamos tradicionales? En esta nota, te lo.

Los préstamos personales en UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) acaban de aparecer en el mercado argentino, pero parece que tendrán tanto éxito como los créditos hipotecarios ajustados por inflación. La razón es bastante simple: al tener una cuota mucho más baja, se puede tomar un monto mayor y se hace más accesible.

De todos modos, hay algunos elementos al mirar antes de decidir. Y los números no son iguales si querés sacar un préstamo de cero (y debés elegir entre dos opciones) o si querés cancelar un crédito que ya venís pagando.

Características

Estas líneas personales en UVA tienen, incluso, menos riesgo que las de la vivienda, ya que el plazo es mucho más corto y, al menos, para los próximos años, hay previsión de que la inflación se vaya reduciendo (aunque no tan rápido como sería deseable).

Si esto sucede, la tasa de interés nominal va a ir bajando, lo cual es más que conveniente si se lo compara con las líneas de préstamos personales tradicionales que tienen un costo financiero acorde con la inflación actual.

Por el contrario, si previéramos que la inflación subirá, en determinadas circunstancias los créditos en cuotas fijas serían mejores, pero no es la situación actual.

Cuota fija versus cuota ajustada

¿Qué elementos tomar en cuenta para comparar?

Tasa de interés nominal anual (TNA). Los préstamos personales tradicionales tienen una amplia variedad de tasas. En general, los bancos ofrecen líneas más baratas para quienes cobran su sueldo en la entidad, o tienen contratado un paquete (cuentas más tarjetas).

En el caso de que uno no sea cliente, las tasas no sólo son más caras sino que, muchas veces, no se otorga el crédito porque uno no está bien calificado.

Los valores difieren mucho, pero el promedio, en septiembre fue del 38,9% nominal anual, según la última información del Banco Central. Con una inflación actual que ronda el 20% interanual, esa tasa, hoy implica un 18,9% de interés real. Si, hacia adelante, la inflación baja, el interés real será aún más alto.

Para comparar, por ahora, el único banco que otorga un préstamo personal UVA con destino libre es el Banco Ciudad, sólo para clientes de Buenos Aires o donde estén sus sucursales.

Las TNA en estos casos son de 7,9% para quienes acrediten su sueldo en el banco y del 9,9% para quienes no son clientes.

Costo Financiero Total (CFT). En cualquier crédito, lo que realmente importa es cuánto pagaremos de cuota total. Y esto no sólo incluye el interés, sino todos los demás gastos: administrativos del banco, seguros e impuestos (IVA y Sellos, básicamente.

Como los impuestos se calculan sobre los intereses, en el caso de los créditos UVA que tienen tasas muchísimo más bajas, se paga mucho menos impuesto (el IVA es el 21%). Así el CFT tiene una diferencia incluso mayor que en la TNA, entre ambos tipos de crédito.

Monto total a pagar. Un tema importante a considerar es cuánto se paga en total por el préstamo. Salvo que se espere una inflación creciente en los próximos años, en el caso de los préstamos UVA, se paga mucho menos.

De hecho, en el ejemplo adjunto (48 meses, $ 100.000 de préstamo, TNA de 38,9% en pesos y de 9,9% en UVA), recién en el mes 36, el valor de la cuota del préstamo UVA supera a la cuota del préstamo en pesos. Es decir, durante los primeros 35 meses se paga menos y sólo se paga más los 12 meses siguientes.

Saldo de capital. Como en los préstamos UVA, el saldo se va ajustando por inflación es importante considerar este factor por si, en algún momento, queremos cancelarlo.

En el caso de los préstamos a tasa y cuota fija en pesos, el monto adeudado se va reduciendo a medida que se cancela el capital.

En los préstamos UVA, el monto del capital expresado en UVA sí  se achica pero, en pesos nominales depende de la situación. Si la inflación de un mes es mayor al capital que está incluido en la cuota, el saldo en pesos de la deuda baja y, si no, sube.

En el caso de los préstamos a un plazo tan corto (48 meses, en el ejemplo que adjuntamos) y con una tasa de interés de 9,9% nominal, lo más probable es que la deuda sí vaya descendiendo (más allá de algún aumento puntual). ¿Por qué? Porque al ser tan bajo el interés cada cuota tiene un componente importante de capital y la deuda se reduce más rápido que la inflación.

Cancelar un crédito anterior

Ya vimos la comparación de dos créditos desde el momento cero. Si uno estuviera interesado en cancelar un crédito ya existente, la consideración debe ser diferente.

Esto es así ya que en el préstamo en pesos a cuota fija ya se abonaron cuotas y el plazo que queda no es el total.

En este caso, la clave, además de la tasa de interés y el costo financiero total, es cuánto llevamos pagado del crédito, cuánto dinero debemos y cuántas cuotas faltan.

En el ejemplo anterior, vamos a suponer que una ya está pagando un préstamo en pesos a tasa fija de 38,9%, a 48 meses, con una cuota pura de $ 4.136,11.

Vamos a plantear tres situaciones para ver cómo impacta el momento del crédito en la comparación si se quisiera cancelar con un préstamo en UVA, al 9,9% y con un plazo equivalente al que falta en el crédito inicial:

A estos valores, habría que agregar costos de cancelación del préstamo anterior y de otorgamiento del nuevo, si los hubiera, con lo cual, la comparación podría ser diferente.

Además, si el nuevo préstamo fuera a plazos más largos, permitiría cuotas más bajas.

La forma de comparar es sencilla: ver la nueva cuota (considerando un préstamo con todos los gastos incluidos) con la cuota que ya estábamos pagando, así podremos ver si nos conviene o no.

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